Inicio Reportajes Córdoba en la historia 100 años del estreno de Carceleras

100 años del estreno de Carceleras

Rodada en Córdoba y con la actuación como becerrista de un mozalbete llamado Manuel Rodríguez, que habría de convertirse, un puñado de años después, en el torero Manolete

100 años del estreno de Carceleras
100 años del estreno de Carceleras

La noche del 30 de diciembre de 1922 se produjo en el Gran Teatro-Ideal Cinema el estreno de la película Carceleras, que había sido rodada unos meses antes en Córdoba por José Buchs como proyecto de la productora Atlántida Films que, en los años 20 del siglo pasado se especializó en películas de temática española, marcadamente andaluza, y zarzuelas llevadas a la pantalla, y que abría camino a otras producciones como La reina mora, Curro Vargas, la propia Carceleras, Rosario la cortijera, Diego Corrientes…cine que gozaba del favor del público y Buchs quería repetir la fórmula de éxito que le reportó el año anterior la adaptación que realizó de otra zarzuela famosa, La verbena de la Paloma.  

El de Carceleras, basado en la zarzuela homónima de Flores y Peydró, era un argumento que ya había sido llevado al nitrato en 1910 y 1914, y volvería a ser filmado en 1932 por el propio Buchs, como film sonoro con canciones aunque, desgraciadamente, se da por película perdida y cuyos principales reclamos, actualmente, se cifrarían en las tomas de Córdoba y la actuación como becerrista de un mozalbete llamado Manuel Rodríguez, que habría de convertirse, un puñado de años después, en el torero Manolete.

Carceleras nos cuenta la historia de Soledad (Elisa Ruiz Romero), una mujer enamorada pero pretendida por otros dos hombres, en el marco de un cortijo cordobés. Los celos y posterior drama en forma de asesinato y matrimonio de conveniencia acordado para encubrir al auténtico culpable del crimen están, pues, servidos. La peripecia de nuestra protagonista y su enamorado tiene como telón de fondo la Córdoba de hace justo 100 años y, como reseñó el Diario de Córdoba el 24 de agosto, «ayer llegó el director de la compañía cinematográfica Atlántida, acompañado de varios artistas, con el propósito de escoger lugares apropósito (sic) para impresionar varias películas, entre ellas la de la conocida zarzuela Carceleras (…) Acompañados del laureado artista cordobés Rafael Romero Pellicer recorrieron los sitios más típicos de nuestra población, mostrándose muy satisfechos del resultado de la excursión«.  El resultado de esta búsqueda de localizaciones  se vio luego reflejado en la cinta, ya que no se obvió ninguno de los emplazamientos monumentales y turísticos de la ciudad, además de reflejar faenas del campo en el marco del cortijo en el que se centra la acción de la película.

El diario madrileño La Voz, a comienzos del mes de diciembre, se hacía eco de «una interesante película cinematográfica cuya acción se desarrolla en Córdoba» y de la adquisición de la cinta para su exhibición por el empresario cordobés Joaquín Guerrero y añadía: «Era de esperar que se produjera en España una cinta en la que apareciera felizmente reflejado un jirón de nuestro país, sin los asomos de pandereta a que tan acostumbrados estamos. Carceleras, la adaptación cinematográfica de la zarzuela de este título, llena perfectamente los fines de dar una robusta muestra de lo que España puede hacer en cinematografía». No en vano, la película contó con un elevado presupuesto para la época, 250 mil pesetas, convirtiéndose en toda una superproducción. (…) «Cinta genuinamente española, hecha por una Empresa Española e interpretada por actores españoles», se estrenó el 15 de diciembre en el Real Cinema contando con la presencia de la familia real, encabezada por Alfonso XIII, que acudía por vez primera al estreno de una obra nacional.

La película puede verse en youtube y permitirá a los más interesados por el cine mudo español contemplar una muestra completa de las pocas que se conservan y, en particular, contemplar cómo era la Córdoba de 1922, ya que los exteriores del film retratan la Venta de Pedroches, la Virgen de los Faroles, la Plaza de la Fuenseca, la Mezquita, la Ribera, la Plaza del Potro, el Cristo de los Faroles, el Puente Romano y otros enclaves de interés de una Córdoba desaparecida pero congelada en el tiempo gracias a Carceleras.

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