Finalizada la impermeabilización de la Iglesia de Campo Madre de Dios

Estas obras forman parte de la segunda fase del Proyecto para la Consolidación Estructural y ha contado con una inversión de 105.000 euros.

Finalizan los trabajos para la impermeabilización provisional de la Iglesia Campo Madre De Dios
Foto: Ayuntamiento de Córdoba

REDACCIÓN – INSITU DIARIO

El trece de marzo se finalizaron los trabajos de impermeabilización provisional de la iglesia de Campo Madre de Dios, según ha informado mediante nota de prensa el Ayuntamiento de Córdoba. Estas obras forman parte de la segunda fase del Proyecto para la Consolidación Estructural y que fueron adjudicadas por la Gerencia Municipal de Urbanismo a la empresa Ingeniería de la Construcción Cordobesa.

La impermeabilización comenzó el pasado mes de octubre y ha contado con una inversión de 105.000 euros. Se ha centrado en frenar el deterioro de la iglesia, provocado, en gran medida, por el mal estado que presentaba la cubierta. Para ello, los trabajos se han centrado en la retirada de los faldones de teja de las naves de la iglesia y de los tejadillo pues suponían un peligro potencial de desprendimiento; y la colocación de una cubierta provisional que garantice la impermeabilidad y frene el deterioro provocado por la filtración del agua de la lluvia.


El presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Salvador Fuentes, ha destacado la importancia de esta actuación, ya que “frenamos el importante deterioro de un inmueble protegido que forma parte del patrimonio artístico de Córdoba y que, además se localiza en un entorno BIC por parte de la Junta de Andalucía”.

De la misma manera, Fuentes ha destacado que esta es la segunda actuación que se realiza en esa Iglesia, cedida por el Obispado al Ayuntamiento en el siglo XIX, tras las obras de emergencia y consolidación estructural que se impulsaron en el año 2015, a instancias de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, y que consistieron en la instalación de dos sistemas de andamiaje multidireccionales en el edificio, uno interior para asegurar la estabilidad estructural de la bóveda que cubre la nave principal de la iglesia, y otro exterior, para la protección perimetral de la espadaña y posibilitar el acceso hasta la misma, que permitiera definir futuras reparaciones y/o consolidaciones.