La gimnasia une a la vida común en las terrazas

    Desde Body Combat hasta baile, pasando por tonificación con pesas

    El reloj marca las 12.00 horas de la mañana y, de la nada, suena la música. Las cortinas se abren, la gente se va asomando y comienza a ejercitar los músculos agarrotados a causa del confinamiento. En realidad esta música no sale de la nada. Sale de la terraza de Mari Carmen Cecilla Tejero.

    Cuando el volumen de las canciones se hace notar, los vecinos de La Fuensanta saben que tienen que salir a su ventana, balcón o terraza, a recibir su rutina diaria de entrenamiento. Tienen mucha suerte con Mari Carmen porque es entrenadora personal y también vecina del barrio. Todas las mañanas se pone el chándal, sus zapatillas de deporte y sale a entrenar. Bueno, a entrenar y a que entrenen con ella. Si bien dicen que hay tantos tipos de terraza como personas, la de Mari Carmen es un tanto peculiar.

    «Cuando pongo la música mis vecinos salen porque saben que hay clases de gimnasia«, cuenta Mari Carmen. Es el toque de queda previo a empezar a sudar la gota gorda. «Hay personas mayores que no quieren salir por vergüenza, pero las estoy viendo a través de sus ventanas y siguen el ritmo«.

    La voz de Mari Carmen la delata y la define como una persona inquieta, creativa y con mucha energía. Basta con entrar en sus redes sociales para confirmarlo. En su Facebook también cuelga algunas rutinas deportivas. Por las mañanas, entrenamientos desde su terraza y por las tardes da clases online. La vida de nuestra protagonista es un no parar.

    Si las personas no pueden ir a la asociación cultural y deportiva Namasté a practicar deporte, el deporte va a ellos. Desde Body Combat ( programa de entrenamiento grupal de tipo cardiovascular) hasta baile, pasando por tonificación con pesas. Toda esta iniciativa empezó por el cumpleaños de la protagonista. Ese día los vecinos se asomaron para felicitarla con el tradicional cántico.

    La principal motivación

    «Yo necesito sentirme útil y seguir trabajando. Hay una persona mayor en frente que me sigue todos los días, solo por eso ya merece la pena seguir haciendo esto», cuenta Mari Carmen. La solidaridad tiene muchas formas y el deporte es una de ellas.

    La verdad es que los cordobeses no dejan de sorprender con sus iniciativas. Compartir vida en las terrazas ya es algo habitual y el amenizar los días se ha convertido en un reto social.