El Ministerio de Sanidad ha hecho público un el protocolo «Manejo de la mujer embarazada y del recién nacido con Covid-19». Este documento refleja que hay pocos datos disponibles de mujeres embarazadas afectadas por el coronavirus (Covid-19). En ese informe también se llega a la conclusión de que las embarazadas no son más susceptibles de infectarse por el Covid-19.
«Este nuevo coronavirus parece afectar más a los hombres que las mujeres», afirma el documento. Tras un seguimiento y dado el número limitado de casos, concluyeron con que 18 embarazadas infectadas por el Sars-cOv-2, se infectaron en el tercer trimestre de embarazo. El cuadro clínico presentado por las mismas no parecía ser más grave que en el resto de la población sana y joven.
En cuanto a la transmisión vertical (antes, durante o tras el parto por lactancia materna) en mujeres que adquieren la infección durante el tercer trimestre de embarazo, se reportó un único caso de neonato de 40 semanas. Su madre tenía neumonía y nació por cesárea. Resultó positivo en una muestra tomada tras 30 horas de vida y con un estado asintomático.
De las 18 embarazadas, 16 dieron a luz por cesárea. Aunque los recién nacidos no mostraron ningún tipo de infección producida por el SARS-CoV-2, «la infección perinatal sí puede tener efectos adversos sobre el recién nacido, como pérdida del bienestar fetal, parto prematuro, distrés respiratorio e incluso la muerte» resalta el documento.
La transmisión horizontal (por gotas o contacto) suele darse habitualmente a través de un familiar próximo que está infectado. Esto sucede en la población general también. «Se han descrito tres casos cuyo síntoma principal fue fiebre, en dos situaciones, acompañada en un caso de vómitos y en otro de tos. Todos fueron casos leves y uno, en especial, asintomático.
¿Cómo se actúa con una embarazada con sospecha de Covid-19?
En el documento se muestran las actuaciones que se llevan ante la llegada a urgencias de una paciente embarazada con coronavirus o síntomas relacionados. Al igual que para el resto de pacientes se le colocará una mascarilla quirúrgica. «El personal sanitario debe establecer de forma rápida si un paciente con infección respiratoria aguda (IRA) cumple los criterios de caso en posible de SARS-CoV-2, especialmente en el triaje de inicio». Los posibles positivos deberán separarse de otros pacientes y serán conducidos de forma inmediata a una zona de aislamiento.
Sanidad avisa en el documento que es importante tener en cuenta las semanas de embarazo y los potenciales riesgos para el feto. Por debajo de las 24 semanas de embarazo se llevará a cabo una comprobación de la viabilidad fetal y se llevará a cabo el mismo procedimiento que para el resto de pacientes. Para un periodo superior a las 24 semanas se comprobará el bienestar fetal y la paciente permanecerá en observación hasta que se obtenga el resultado de las pruebas diagnósticas. El bienestar fetal se comprueba mediante ecografía y/o registro cardiotocográfico (RCTG), dependiendo de las semanas de embarazo.
El lugar de aislamiento
La habitación de aislamiento deberá contar con cama, cuna térmica, monitorización fetal, oxigenoterapia y carro de medicación (parto, puerperio, analgesia epidural, reanimación neonatal y de adulto), previniendo el hecho de que el parto se pueda llevar a cabo en esa habitación.
Manejo con el recién nacido
Si el recién nacido es asintomático, se procederá a su ingreso en una habitación individual con medidas de aislamiento de contacto y por gotas. También se monitorizarán las constantes. Si tras realizarle el test para SARS-CoV-2 resulta negativo, se puede suspender el aislamiento.
Si el recién nacido es sintomático, se volverán a llevar a cabo todas las medidas mencionadas con anterioridad y la prueba pertinente. «El manejo clínico no difiere del de cualquier recién nacido con la misma sintomatología, aplicando las medidas de soporte que precise» afirma Sanidad.
Por último, aún no hay datos suficientes para que Sanidad haga una recomendación firme sobre el amamantamiento en el caso de mujeres infectadas por SARS-CoV-2. En el documento insiste que «la lactancia materna otorga muchos beneficios como el potencial paso de anticuerpos madre-hijo frente al SARS-CoV-2″ y concluye que «por ello y ante la evidencia actual se recomienda el mantenimiento de la lactancia materna desde el nacimiento, siempre que las condiciones clínicas del recién nacido y su madre así lo permitan».