Álvaro Vega, periodista: «La libertad de expresión hay que defenderla y ganarla a diario»

El conocido informador analiza el papel de los medios de comunicación en la sociedad post-Covid-19

Insitu Diario

REDACCIÓN – INSITU DIARIO

Álvaro Vega, recientemente alcanzaba los 30 años como redactor en la agencia EFE. En su curriculum puede presumir además de haber sido once años directivo de Reporteros sin Fronteras (y hace unos meses tesorero de éste). Esta leyenda viva del periodismo reflexiona acerca de cómo ha sido el periodismo hasta la fecha y cómo será tras la aparición del Covid-19

-En un tema tan peliagudo como la pandemia que vivimos y las informaciones satélite en torno a la misma ¿Qué reflexión hace en pos de la libertad de prensa?

-La reflexion que me hago es la misma que creo que se debería hacer la sociedad a diario. En primer lugar, que valoremos el ambiente de libertad que tenemos en sociedades como la española, donde podemos decir con alguna limitación y algún problema lo que queramos. Siempre, que sea veraz y por su puesto que corresponda con la realidad. Y segundo la libertad de expresión no es una cosa gratuita en todo el mundo y por tanto hay que mantenerlo, defenderlo y ganarlo a diario. Hay muchas personas que dan su vida por tratar de llevar la verdad a los demás, pero no en países remotos, ni en montañas que no se sabe donde están, sino en lugares bastante más cerca de lo que creemos. Sucede alrededor nuestra, donde hay compañeros que sufren amenazas, e inicios de diligencias que desafortunadamente se quedan en ello, porque descubren algo que a alguien no le gusta que se sepa y a raíz de ello, sufren presiones laborales o caen en otra censura por miedo a padecer esas consecuencias. Para ello no hay que irse a Afganistan, Pakistan o Chechenia, esto también sucede en Marruecos donde hay periodistas condenados a 30 años de cárcel.

Foto: RAM

-¿Cómo defiende la libertad de expresión en su día a día?

-Practicándola en mi puesto de trabajo y en aquellos sitios donde puedo manifestar mi compromiso con la divulgación de la información veraz, además de su difusión a través de todos los canales de información por supuesto.

En esta misma sociedad en la que mentir es gratis, donde llamar asesino al presidente del Gobierno no tiene castigo, o donde vilipendiar a cualquier persona sigue saliendo gratis y no pasa nada… Pues déjenme decirles que esto es un problema que supone la desviación del hecho sustancial y es necesario defender esa libertad, porque al final está siendo utilizada por aquellos que quiere masacrarla y que al final se termina convirtiendo en una verdad ficticia. Digamos una realidad virtual, como puede estar sucediendo en Estados Unidos por la no adecuada atención al tema del coronavirus, donde se ha relativizado por el Presidente de todos los estadounidenses, haciendo como si no existiese la pandemia. Según él, eso era una cosa que pasaba en otros países. lo que ha generado una posteridad y ahora están viviendo las consecuencias, que lamentablemente se ha utilizado un termino precioso como es la Verdad, para decir una mentira, a esta acción los anglosajones la denominan Fakenews y los españoles lo definen con una palabra preciosa, paparuchas.

¿Cómo está la microcensura evolucionando en la pandemia?

La microcensura puede ser acentuada por la pandemia, pero no es un efecto de la pandemia. La microcensura es un efecto de que el sistema mediático existe en la actualidad en España. Los medios de comunicación tienen una forma fundamental de financiación que es la publicidad, donde están muy abastecida por la financiación pública y esta no es siempre trasparente y justa, al igual que pasa con la privada debido a que nos hemos acostumbrado a no pagar por la información.

Hace años si tu querías tener acceso a un periódico debías ir a un quiosco o ser subscriptor y pagar por ella. Ahora, simplemente tienes que sacarte el móvil del bolsillo y meterte en su aplicación o en su entorno web, y eso es gratis. Pero la producción de lo que se lee o se accede no lo es. Para hacer periodismo de calidad hacen falta recursos y estos conllevan unos medios técnicos y humanos que necesitan dinero, el mismo que está condicionado por las fuentes del dinero. Es decir, cualquier entidad territorial puede tener ya no solo un periódico como era lo habitual y una o dos emisoras de radio, sino que ahora muchos medios digitales son también televisiones o radios por onda, que además compiten en el mismo mercado publicitario, cada vez más mermado y más segmentada, lo que quiere decir que cada vez hay más comensales para una tarta que cada día es más pequeña. Con lo cual la capacidad de presión que tienen los financiados de esos medios que ya no financian los lectores es muy grande, lo que provoca una censura general. Eso va generando una cascada de autoreticencias que terminan generando una sutil autocensura que va bajando desde la dirección económica a la dirección periodística y de ahí va bajando a los periodistas.

¿Córdoba es un ejemplo de microcensura?

– Eso cada uno debe comentar y aludir cómo se siente y si padece o no padece esta situación. Yo he hecho un análisis general en el que puedo valorar desde mi percepción, mediante los hechos que conozco alrededor de mi recorrido en Reporteros sin fronteras y en mi labor periodística. Los casos que en la organización he conocido a lo largo del tiempo que he estado, los hemos denunciado públicamente.

¿Cómo serán las redacciones del futuro?

-Para ello haría falta una bola de cristal pero incidirán factores como la segmentación de la audiencia. Es decir hace 15 años había cuatro, cinco o seis grupos televisivos nacionales y regionales que estaban principalmente por los dos dígitos de audiencia. Ahora difícilmente alguno supera el dígito. Luego hay otro efecto que es la evolución de las tecnologías, esto no sabemos cómo va a influir, con lo cual dependerá de la capacidad de cada medio para adaptarse.

Lo que sí creo es que no habrá un modelo definido como si había a principios del siglo XX, ni tan siquiera en el último tercio del siglo XX. Hay una figura que es la del periodista multimedia que creo que se va a ir implantando conforme pase el tiempo y que sustituirá a la del periodista habitua. En cualquier caso ya digo no va a haber ningún arquetipo de redacción porque los medios probablemente y difícilmente podrán clonarse uno a otro. Además la tecnología va a estar muy presente y es muy impredecible su evolución.

Ha mencionado que el periodista multimedia ¿Será polivalente o especializado?

Yo creo que va a haber una figura en general que va a ser la polivalencia sin duda alguna, el periodista va a tener que tener una serie de habilidades que antes no se demandaban. Antes se pedía que escribiese bien y tener una capacidad de comprensión y una cultura media digamos aceptable para comprender las cosas, y ahora a parte de eso se necesitará que el profesional esté cualificado a parte de las características que ya se demandan, en una serie de habilidades técnicas en dominios de medios audiovisuales para generar esa información.

Pero también estoy convencido de que los medios que tengan capacidad económica para ello seguirán teniendo periodistas especializados en relaciones internacionales o en información económica o incluso en información deportiva.

¿El Covid-19 también ha mermado la calidad periodística?

– Fundamentalmente ha afectado a las fuentes del periodismo en Córdoba. Esto supuso un parón en el desarrollo de la actividad de la sociedad y con ello de las fuentes informativas y la generación de lo que ya llevaba siendo algunas semanas monocultivo informativo ‘Coronavirus’ y esta monotematización de este ambiente informativo no deja de cansar a la audiencia, pero en Córdoba y en cualquier sitio. Pienso también que se ha sabido enfocar desde varios puntos de vista y quizás como en general nos ha faltado tratar el enfoque humano. Creo que es necesario en estos momentos acercarnos a la realidad de las personas, a la realidad de los casos, al sufrimiento y a como se afrontaba esos momentos que no se sabia como se podía afrontar. Pero claro esto es un análisis que se puede hacer ahora, entonces todos entrábamos en un estado de shock.

-¿Se ha visto mermada la pluralidad de los medios?

Yo creo que no. Aquí hay medios que critican la labor del Gobierno, que es criticable sin lugar a dudas y hay quien critica la labor de la oposición que es criticable sin lugar a dudas. También los hay en la teoría de la conspiración, que aquí se permitió la manifestación del 8-M para ver si había mucha mas gente contagiada: simplemente si matábamos españoles y españolas claro.

¿Será difícil que los medios se desprendan del monotema y puedan crear otro tipo de contenido?

-Aquí hay un tema bastante bien definido, aunque al principio sonase un tanto jocoso, que es la nueva normalidad. No volvemos a una nueva normalidad como algunos creen, no se puede regresar a algo que es nuevo. No olvidemos que la Covid-19 no ha desaparecido, sigue estando ahí, simplemente está relativamente dominada.