Para muchos niños esta Navidad será una de las más extrañas y solitarias de su vida. Debido a la pandemia de Covid-19 las reuniones entre familiares o con amigos se desaconsejan para evitar la transmisión del virus y su consiguiente propagación. Por eso, Amelia Arenas, psicóloga infantil, nos da unos sencillos tips para que puedan pasar estas fechas tan especiales sin caer en la tristeza.

_ ¿Cuándo es el mejor momento para explicarle a los peques que no habrá reuniones familiares en Navidad?

_ Cuando las luces comiencen a iluminar la ciudad o bien las familias empiecen a poner los motivos navideños en casa es un buen momento para explicárselo de manera progresiva antes de que lleguen unas fechas tan señaladas. Porque si no se lo explicamos con antelación (dependiendo de la edad) no entenderán por qué estamos haciendo eso si no va a haber Navidad convencional en casa.

_ ¿Cómo hacerlo para que no se entristezcan?

_ Siempre con naturalidad, sin dramatismos ¡No estamos en un contexto bélico y no nos falta comida ni un techo! A los niños hay que explicarles todo lo que pasa pero adaptando el discurso a la edad. Entre los dos y cinco años se les facilita una información suficiente para que entiendan lo que ocurre pero sin profundizar para que no les cree inestabilidad emocional. A medida que tienen más edad son ellos mismos quienes adivinan lo que va a ocurrir en función de lo que está viviendo. En resumen, hay que contarles la verdad sin ocultar, siendo sinceros pero adaptando el discurso a cada edad.

«Entre los dos y cinco años se les facilita una información suficiente para que entiendan lo que ocurre pero sin profundizar para que no les cree inestabilidad emocional»

_ ¿Cómo hacer que asimilen que tampoco habrá elementos típicamente navideños como la Cabalgata de Reyes o los espectáculos de luz y sonido de su lugar de residencia?

_ Tendremos que echar mano de la tecnología. Quizás en la televisión emitan la llegada de los Reyes Magos. Hay que transmitirles que van a venir pero que igual que ellos no deben reunirse con familiares y amigos, SS.MM. de Oriente tampoco lo pueden hacer con tanta gente en la calle. Debemos alimentarle la fantasía de que tanto Papa Noel como los Reyes Magos seguirán viniendo pero mientras estamos durmiendo como cada año.

_ ¿Las explicaciones son muy diferentes según la edad?

_ Sí. Hay que adaptar el discurso a cada edad y seguir manteniendo la fantasía de los más pequeños. En cambio los más mayores ya tienen suficiente madurez para ir asumiendo la realidad.

_ ¿De qué manera podemos amenizarles días tan especiales como Nochebuena o el Día de Reyes a pesar de la ausencia de seres queridos en casa?

_ Como ellos son nativos digitales ven muy normal relacionarse con los demás a través de la pantalla. Aconsejo hacerlos muy partícipes de lo que ocurre en su entorno a través de la tecnología. Además, en la medida que en que las autoridades nos dejen, debemos sacarlos a dar un paseo y que vean las luces y los ornamentos navideños en la calle.

«Si enmascaramos la realidad, no le damos a los niños la posición que merecen en esta sociedad»

_ ¿Cuál es la mejor forma para que asimilen que su abuelita/o ha fallecido a causa de esta pandemia?

_ En edad tempranas los niños no acuden a velatorios ni al cementerio, pero a partir de cierta edad yo lo recomiendo. Es bueno que participen de la despedida de un ser querido al igual que del recibimiento de alguien que viene a la vida. De hecho, yo he trabajado con muchos niños con duelo no cerrado porque los padres han hecho lo posible para que no estuvieran presentes y les influye mucho después.

Pero como en estos momentos está limitada la libertad de movimientos, deberíamos hacer esa despedida en casa con una foto, con un ritual en que les explicáramos qué es la muerte y con mucho amor hablarles de que nunca más vamos a volver a ver a esa persona. Es importante que expresemos nuestros sentimientos para que ellos vean que es algo natural. En el caso de los niños menores de siete años, tenemos que decirle que el abuelo o la abuela se ha puesto muy malito y se ha muerto. Debemos acabar con el miedo a hablar de la muerte, tan presente como la vida. Nos morimos porque vivimos. Decirles que en esta pandemia hay un virus con el que no sabemos convivir y de esta enfermedad se muere la gente al igual que a causa de otras.

_ ¿Es mejor enmascarar la realidad o ser francos con los niños?

_ Hay que ser muy sinceros con ellos. Perciben la vida sin tanta represión y tabúes como los mayores. Si enmascaramos la realidad, no le damos a los niños la posición que merecen en esta sociedad.

_  Cree usted Amelia Arenas que habrá padres cuyo poder adquisitivo haya mermado con la crisis ¿hay forma de que entiendan que este año no habrá tantos regalos o tan costosos?

_ Deben ser conscientes de lo que pasa pero sin dramas, para apoyarnos y ayudarnos entre todos. Ocultando la realidad a nuestros niños, conseguimos que sean personas débiles, frágiles. Es mejor que sean conscientes de que vivimos una situación de crisis sanitaria, económica, social… Pero de cara a la ilusión de los Reyes Magos o Santa Claus les transmitiremos que como esta crisis afecta a todo el mundo, ellos están velando por repartir má los regalos entre todos los niños. ¡Al margen de pandemias yo no recomiendo más de un total de cuatro o cinco regalos!