B. SANTIAGO – INSITU DIARIO
La pandemia ocasionada por el coronavirus ha revolucionado todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana. Este virus fue la causa del confinamiento, del teletrabajo, de la disminución de la interacción social y económica, y ahora, es el motivo que nos obliga a llevar mascarilla en todo momento.
En estos tiempos en los que la mitad de nuestro rostro está protegido por la mascarilla, nuestra mirada resalta más que nunca. Los ojos no pasan desapercibidos entre aquellos con los que nos comunicamos. Este es el motivo por el que los tratamientos de pestañas se han convertido en tendencia entre quienes gustan de cuidarse.
Así, en esta búsqueda de unas pestañas impactantes, las extensiones y el lifting de pestañas han ganado adeptos durante estos últimos meses. Tres centros de belleza de Córdoba se han convertido en auténticos referentes: Richard Nails, Fashion & Beauty y Be Beauty Sandra Cristín, que explican con detalle cada uno de los tratamientos y animan a los cordobeses a lucir la mejor de las miradas.
“El lifting se realiza colocando un molde de silicona, con forma de media luna en el párpado, al que se pegan las pestañas y se estiran para curvarlas desde la raíz. A continuación, se les echa tres productos: la permanente, el archivador y el tinte. Por último, se retira todo con agua micelar”, aclara Vanesa, encargada del tratamiento de pestañas en el centro de belleza Richard Nails.


Este es, sin duda, uno de los tratamientos más demandados: un procedimiento sencillo y de poco mantenimiento que hace que la pestaña natural se vea más nutrida, larga y curvada, y que aguanta el calor de una sauna, la sal del mar o el cloro de una piscina. «Se recomienda que después del tratamiento no se mojen las pestañas durante 24 horas, para que haga mayor efecto que, en función de la porosidad del propio pelo y de su cuidado, durará alrededor de un mes y medio«, afirma Sandra, esteticista del centro de belleza Be Beauty Sandra Cristín.
Por otro lado, las extensiones de pestañas pelo a pelo, también denominadas volumen ruso, es otro de los tratamientos más demandados por los clientes en estos establecimientos. «Con mucho cuidado se van pegando pelitos de pestaña, con un pegamento especial, a la pestaña natural del cliente», indican desde desde el centro de belleza Fashion & Beauty, a lo que Vanesa, de Richard Nails, añade: «Estas pestañas postizas siguen un sistema de números y se aplican con un pegamento especial, controlando el peso y el gramaje de la propia pestaña para que no resulte sobrecargada».
«Las extensiones de pestañas exigen un cuidado especial, del cliente, después de ser tratadas en el centro de belleza. En tal caso, a las tres semanas de su puesta se les puede realizar un primer relleno, ya que la pestaña tiene un ciclo de caída. En ese momento se les rellena, peina y cuida para que no se conviertan en un foco de suciedad ni infección. De esta forma, se puede llegar a hacer dos repasos antes de la retirada de la pestaña, lo que equivale a tres meses de duración del tratamiento aproximadamente”, explica Sandra.


Ambos tratamientos logran unas pestañas nutridas, largas y bonitas y, además, no resultan en absoluto métodos dolorosos. Pueden ser algo molestos puesto que se trata con los ojos, sin embargo «muchos de los clientes incluso se duermen durante el tratamiento», asegura esta profesional.
Entre ambos procedimientos, el lifting ha sido el más solicitado en estos meses. «A pesar de que mi centro está especializado en el tratamiento de uñas, se ha demandado mucho el lifting de pestañas. Desde el final del confinamiento hasta ahora he tenido que renovar los productos porque ya se me habían agotado», reconoce Vanesa, de Richard Nails. «Entre otras cosas, la gente ha optado por no tener que estar pendiente de los cuidados posteriores de la extensión de pestaña. Sin embargo, el año pasado fue más demandada la extensión», asegura Sandra, esteticista de Be Beauty Sandra Cristín.