El Carpio, asentado entre huertos y olivos al abrigo del Guadalquivir. En su hermoso paisaje encontramos sotos que hacen de refugio para las aves acuáticas de gran valor medioambiental y en el interior de su villa relucen pintados de blanco, tesoros que han de ser descubiertos por el viajero que tenga la suerte de visitarlo.
La actual villa de El Carpio, se funda en el siglo XIV junto a la esbelta Torre que corono el municipio mandada a construir por Garci Méndez de Sotomayor. Y es alrededor de la torre que surgió la población que hoy da nombre al municipio.
Dejamos El Carpio con el amable sabor de sus gentes, sus fértiles tierras de olivos, sus márgenes bañadas por el Guadalquivir, su Torre de Garci Méndez desde la que pudimos contemplar el pueblo pintado de blanco y nos despedimos con el sabor agradable de su bienestar y su bien tratar al visitante.