Al sur de la provincia de Córdoba nos encontramos Lucena y su Necrópolis Judía de origen sefardí que data del año 1050. Fue encontrada en el año 2006 y se excavaron 342 tumbas, entre ellas la de un ‘gigante’ que medía 2,20 metros y que vivía en la localidad.
Además es el cementerio judío más grande de la Península Ibérica. La Lucena de 1050 es una ciudad amurallada, donde los gentiles (musulmanes y cristianos) no podían entrar en la ciudad. Una ciudad de 2.500 judíos, cuna del conocimiento y saber hebreo de la Sefarad del siglo XI. Núcleo cultural que irradiaba poesía, medicina, religión, filosofía, alquimia y lenguas.
Entre otros, estudió el gran Maimónides. Recorriendo la ciudad, también nos encontramos el Castillo de Lucena ubicado junto al Coso, es monumento histórico nacional y fue edificado en el siglo XI durante la época judía. Además, fue prisión del último Rey de Granada, Boabdil.
Actualmente alberga en su interior el Museo Arqueológico y Etnológico de la ciudad, con una serie de salas expositivas que tratan de la evolución de la vida en la tierra, la evolución cultural y física del ser humano, y la evolución hacia la modernidad de la ciudad de Lucena.
El Restaurante El Valle fue fundado a comienzos de los años 80 y desde hace casi tres décadas ofrece a sus clientes los mejores servicios.
El restaurante posee una de las mejores comidas del sur y de la provincia aportando ese toque sefardí sorprendente y con un amplio surtido de especialidades. La carta es una cuidada selección de platos de la cocina del sur, platos tradicionales y sabrosos, con un toque de sofisticación.
La calidad de la carne, el pescado y su amplia variedad de postres, hacen del Restaurante el Valle un lugar de visita obligada. Por otra parte, nos encontramos el restaurante Tres Culturas, fiel a la tradición histórica de la ciudad de Lucena. Es un restaurante en el que se pretende recrear el pasado cultural de la localidad mediante una propuesta culinaria que mezcla tres tradiciones: judía, árabe y cristiana.
Tres Culturas también ofrece una amplia gama de platos que tienen origen en la cultura
sefardí. Una oferta gastronómica que es una experiencia para los sentidos. Además, la decoración consigue un perfecto equilibrio entre los distintos espacios. El restaurante transmite un aire de serenidad aportando un estilo moderno y actual.