Las espinillas se producen cuando se obstruyen los folículos pilosos debido a la acumulación de piel. Para poder prevenirlas es fundamental realizar una rutina de limpieza diaria, realizar deporte diariamente y llevar una alimentación sana basada en frutas y verduras.
Limpiar bien la cara
Para evitar que se produzcan espinillas, es necesario que se realice una limpieza facial dos veces al día con un gel específico para limpiar la cara.
La primera se realizará por la mañana nada más despertarnos. Esta sirve para retirar del rostro toda la suciedad que ha salido por los poros durante la noche. Además también eliminará la grasa que ha podido producir la piel mientras descansábamos.
La segunda se tendrá que realizar por la noche antes de acostarse. Durante el día la piel está expuesta a muchas agresiones y contaminantes del ambiente que, si además le sumamos en algunos casos el maquillaje que se aplican, la suciedad que se acumula es muy grande.
También hay que tratar de utilizar una toalla que se use exclusivamente para el rostro, ya que la toalla que se utiliza para secar las manos acumula suciedad que podría pasarse a la cara e incrementar la producción de espinillas.

Hidratar la piel con productos adecuados
Elegir buenos productos para aplicar en la cara es básico para prevenir la aparición de acné. Lo primero que hay que hacer es conocer tu piel. No se utilizarán los mismos productos en una piel seca, en una piel grasa, que en una piel mixta. Es recomendable hablar con un dermatólogo para que califique el tipo de piel que se tiene, pues usar un producto que no se adecue a tus necesidades puede potenciar un efecto no deseado.

Mantener una dieta equilibrada
Comer sano es fundamental para tener una buena salud. De ahí el dicho “somos lo que comemos”. Una dieta donde la base fundamental son las verduras y las frutas es vital para que el cuerpo funcione correctamente. Si nuestro propósito es prevenir la aparición de acné, debe tratarse de una dieta rica en alimentos antiinflamatorios y antioxidantes:
- Antioxidantes: son alimentos ricos en vitamina C. Entre ellos se encuentran los cítricos, el kiwi, el mango, la papaya, la piña, los frutos rojos, la sandía y el melón.
- Zinc: son alimentos que sirven como desinflamatorios y que ayudan disminuir la secreción de grasa por las glándulas sebáceas. Esta vitamina la contienen alimentos como las carnes magras, el chocolate negro, el arroz integral, los huevos, el cangrejo, las ostras, la carne de res o las semillas de calabaza.
- Omega 3: esta vitamina ayuda a disminuir o evitar que los folículos sebáceos se inflamen. Entre sus alimentos se encuentra el salmón, trucha de río, arenque, mariscos, semillas de chía o linaza, nueces o el aceite de soja.

Evitar la comida grasa
La comida rápida o frita puede tirar por el suelo todos los intentos que se hagan para librarse del acné. Su alto contenido en grasa hace que cuando se metaboliza, el exceso de lípidos se transforme en espinillas debido a que obstruyen los folículos sebáceos.
Esto no quiere decir que tengamos que renunciar completamente a ella, sino que su consumo tiene que ser el menor posible, incluso si es nulo mejor, ya que la piel lo agradecerá.

Beber mucha agua
La hidratación es básica en la vida. Cuando se está bien hidratado el funcionamiento del organismo es mucho mejor. Según recomendación de médicos y especialistas en salud es recomendable beber como mínimo ocho vasos de agua al día o, lo que es lo mismo, dos litros de agua.
El consumo de agua hace que sea más fácil para el cuerpo eliminar las toxinas que se acumulan en la piel. Por lo que hay más probabilidades de éxito si se mantiene una hidratación óptima.

Si el acné es muy pronunciado, es recomendable acudir a un dermatólogo para que trate el problema.