REDACCIÓN-INSITU DIARIO
La vuelta al cole ya ha comenzado en el panorama cultural cordobés. El público que llenó esta noche el Teatro de La Axerquía venía entregado y dispuesto a disfrutar de esa conexión íntima y personal que pocos cantautores son capaces de establecer sin apearse del escenario. El respetable contuvo la respiración mientras un cañón de luz anunciaba inequívocamente la llegada de Pablo López. «¡Bienvenidos. Siéntanse en su casa y hagan lo que quieran conmigo!», exclamó entre vítores y aplausos.
El artista que se hizo popular a raíz de la 6ª edición de Operación Triunfo y de su participación en programas de talentos como ‘La Voz’ arrancó el recital con un emocionante solo de piano, como no podía ser de otra forma. Una escenografía a base de cuadros iluminados iba cambiando al compás de la música.
López demostró no ser supersticioso en su quinta vez en Córdoba e inició su repertorio con el archiconocido tema ‘Trece’. El artista malagueño desnudó su alma, y jugó como un colegial virtuoso con las teclas de su instrumento fetiche.
Uno de los momentos más esperados fue cuando interpretó ‘Mariposa’, uno de los temas que estará incluido en su próximo disco. Tampoco faltaron algunos de sus clásicos como ‘El Patio’, ‘Suplicando’, ‘Vi’, ‘La mejor noche de mi vida’ o ‘Debería’.
No hubo tiempo para el aburrimiento. Ni un segundo. A saltos, literalmente a veces, el cantante hizo partícipe al público de sus letras con diferentes versiones de sus grandes éxitos.
Un auténtico espectáculo con un Pablo López dispuesto a batirse el cobre en La Axerquía cordobesa y con un auditorio que venía con altas expectativas en uno de los platos fuertes de la temporada. No en vano era la primera de las citas de Cabaret Festival, que mañana traerá de vuelta a Antonio José a la ciudad califal.
También hubo momento para los recuerdos. Mucho ha llovido desde 2013 cuando confesó que «apenas había vendido un puñado de entradas para un concierto en una sala de fiestas cordobesa».
