Los comienzos de la desescalada reúnen a sacerdotes y fieles de nuevo en las iglesias. Se acabaron las misas telemáticas. Pero eso sí, bajo estrictas normas de higiene. Las iglesias vuelven a abrir sus puertas pero solo a un tercio de su capacidad habitual y controlando al mínimo detalle las medidas de seguridad impuestas, como la separación de 1,5 metros entre personas, la señalización de los lugares que se pueden ocupar dentro del templo o el vaciado de las pilas de agua bendita.
Fin a las misas telemáticas
El parroco de la iglesia San Miguel nos cuenta las medidas adoptadas