LAURA GARCÍA – REDACCIÓN INSITU
–Vengo a ver a mi madre. Cuando me llamaron todavía no habían puesto la lápida; me dijeron que me avisarían.
El cementerio de San Rafael abre las puertas por quinto día consecutivo. Cada media hora van llegando familiares de fallecidos durante los dos meses de estado de alarma en que no pudieron despedirse de ellos, a veces solo una persona y otras hasta diez, el máximo permitido. El Ayuntamiento de Córdoba lanzó esta medida de cita previa el pasado lunes, pionera en España, para permitir a 280 familias despedirse de sus allegados -aunque de momento solo 40 han sido contactadas-. Los trabajadores de la empresa pública Cecosam son los encargados de telefonear a los familiares para que acudan al cementerio de San Rafael, el único en Córdoba donde se está permitiendo la entrada.
Rafi, portera del camposanto, espera a los familiares en la puerta y les explica el protocolo de seguridad sanitaria: distancia de un metro, prohibido tocar nada y mascarilla obligatoria -en el caso de que algún familiar no la porte, el cementerio la facilita-. La visita tiene una duración máxima de 20 minutos.
En el turno de las doce de la mañana aparece una mujer, sola, para visitar a su madre difunta. Rafi la atiende y le explica el protocolo. En el recorrido hacia la lápida van conversando.
-El día del entierro solo pudimos venir tres personas… Mi madre no murió de esto, murió de un infarto, pensaba que entonces podríamos venir más personas.
-El problema es que no sabemos dónde se puede producir un contagio, si no es en el cementerio, puede ser en el camino hasta aquí, en el autobús… Han sido circunstancias extraordinarias y nos han pillado a todos fuera de juego.
-Ya, claro, llevas razón. Esto ha sido muy duro, muy duro… un disparate.
-Lo sé. Por eso se ha hecho esta iniciativa…
-Sí, sí es buena, pero ahora… ya no es lo mismo.


Rafi, a lo largo de la mañana, se encuentra con todo tipo de circunstancias que la hacen reflexionar: «Hay gente que todavía está en proceso de duelo y se nota, pero creo que esto que hacemos es una forma de decirles que es su derecho, que su pérdida no va a ser menos importante». Desde que se produjeran los primeros contagios por coronavirus en España, lo cierto es que pareciera haberse borrado del mapa la realidad paralela que no formaba parte del asedio de contagios y muertes diarios por el virus, a pesar de que han sido muchos los golpeados por la pandemia de forma colateral. «Si ya podemos sentarnos en el bar, por qué no se va a poder acompañar a una familia a despedirse en un momento tan duro«, señala Rafi.
El presidente de Cecosam, Antonio Álvarez, ha querido destacar «el aspecto especialmente doloroso» que han suscitado las medidas limitadoras. «Hasta ahora se han producido momentos complicados, donde en ocasiones las familias han tenido que decidir, e incluso en ocasiones, sortear, qué tres familiares podían acompañar a sus difuntos en el entierro«, señala.
A partir del próximo lunes, 25 de mayo, está prevista la reapertura del cementerio, coincidiendo con la previsible entrada de Córdoba a la fase 2 de desescalada. Se abrirán las puertas en horario de 09:00 de la mañana a 14:00 de la tarde, durante todos los días de la semana y permitiendo solo la visita: no se podrán limpiar las lápidas ni colocar flores. Los encargados de ello serán los trabajadores de Cecosam, que ya se han incorporado a sus respectivos puestos. Según el gerente de Cecosam, Pedro Ruiz, todos los empleados han sido chequeados con pruebas PCR y ninguno ha dado positivo.

