Ingenieros y arquitectos, los titulados universitarios que antes encuentran trabajo en Andalucía

Más de 60 titulaciones en las universidades andaluzas no registran ningún parado un año después de su graduación

REDACCIÓN-INSITU DIARIO

Muchos serán los estudiantes que se estén preguntando cuáles son las titulaciones universitarias con más y mejores salidas laborales. ¡No hagan cábalas! Las ramas de Ingeniería y Arquitectura y de Ciencias de la Salud son las que gozan de una tasa más elevada de inserción laboral. Y lo que es mejor: en el primer año siguiente a la obtención del título en nuestra comunidad autónoma.

Pues según un reciente estudio publicado por el Observatorio Argos, del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), en colaboración con las universidades andaluzas y el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), hay exactamente 61 de ellas que pueden presumir de no tener ni un parado entre sus filas un años después de su graduación.  Entre todas ellas, refulgen los grados en ingeniería de las Tecnologías de la Telecomunicación, ingeniería de Telecomunicación e ingeniería en Informática.

No obstante, en el caso de Andalucía las titulaciones con más número de egresados corresponden al grupo de Ciencias Sociales y Jurídicas (con un 34,8% de los estudiantes titulados).En segundo lugar está Ciencias de la Salud (18,3%). El bronce es para Magisterio (15,7%). Y tan sólo un 9,8% se decanta por las titulaciones de Artes y Humanidades (9,8%).

La buena noticia es que hay más de 20 titulaciones cuyos estudiantes alcanzan el pleno empleo. Si nos guiamos por la rama de estudios, Ingeniería y Arquitectura son ‘las reinas’ absolutas. Su tasa de inserción laboral al año de finalizar los estudios es del 66,7%. Muy cerca están las titulaciones de Ciencias de la Salud (66,6%) y Ciencias Sociales y Jurídicas (52,1%).

Pero si buscamos por titulaciones, gozan de plena inserción laboral: licenciado en Administración y Dirección de Empresas, ingeniero en Electrónica, diplomado en Ciencias Empresarialesgrado en Ingeniería de Tecnologías Mineras o ingeniero agrónomo, entre otros). La ‘cara B’ del panorama -titulaciones en las que ningún egresado estaba trabajando al año de finalizar los estudios- la conforman el grado en Estudios Franceses/Grado en Estudios Ingleses, el grado en Ingeniería Eléctrica y la licenciatura de Humanidades.

El primer contrato

Pero como en todo contrato hay letra pequeña. Y, aún más, el primero no iba a ser una excepción. Los afortunados que consiguieron empleo, tardaron unos cinco meses en formalizarlo.

Más de la mitad tuvo que desplazarse de su lugar de residencia para poder ejercer. Además, el 62,1% de los contrato fueron para desempeñar ocupaciones por debajo de las que les capacita su formación académica. De hecho, las ramas de Ciencias Sociales y Jurídicas tienen el dudoso honor de contar con los índices más altos de sobrecualificación. En contraposición están quienes se decantaron por Ciencias de la Salud.

Las contrataciones fueron casi en su totalidad (90,54%) de carácter temporal y prácticamente la mitad a jornada parcial.