B. SANTIAGO – INSITU DIARIO
El seguimiento y la detección precoz de todos los casos compatibles con Covid-19 es una de las labores imprescindibles para poder controlar la pandemia del coronavirus. En los meses de confinamiento y ahora, durante la ‘nueva normalidad’, grupos de rastreadores de cada comunidad autónoma han trabajado sin descanso para lograr un diagnóstico fiel que precise todas las medidas de control necesarias para evitar nuevos contagios y poder detectar, en la mayor brevedad posible, nuevos casos con infección activa por SARS-CoV-2.
De esta forma, la labor de rastreo ha adquirido un papel fundamental durante todos estos meses marcados por la pandemia, que han puesto el foco de atención en la importancia de sobrevivir a este virus que, a día de hoy, ya afecta a 23’4 millones de habitantes alrededor de todo el mundo.
José Manuel Medina, uno de los rastreadores encargado del seguimiento de la epidemia el Área Sanitaria Sur de Córdoba, ha contado para este diario en qué consiste la labor de rastreo y todo lo imprescindible sobre ella. Se trata del primer rastreador de dicha zona, cuyo servicio comenzó al inicio de la pandemia. No obstante, ahora se encuentra acompañado por otros dos compañeros que, al igual que él, dedican todo su tiempo al estudio de la gran cadena de contagios que ocasiona el coronavirus.
Cuando le preguntamos sobre los pasos a seguir del protocolo de rastreo de la Covid-19, incide en la importancia de la labor de los Servicios de Salud de las CCAA para la obtención de la información epidemiológica: «A los rastreadores se nos advierte del caso positivo a través de centros sanitarios y sociosanitarios públicos y privados como Quirónsalud Córdoba, Cruz Roja o San Juan de Dios. Al igual que desde laboratorios y servicios de prevención de riesgos laborales. Una vez detectado el caso y declarado en la red de alerta, el grupo de rastreadores, que por su área de gestión sanitaria deba hacerse cargo, se pone en contacto directamente con el contagiado», explica José Manuel.
«Tanto los casos positivos como negativos deben guardar un aislamiento de unos 15 días»
«Acto seguido, se identifican como rastreadores y preguntan por la salud del paciente para concretar si presenta, o no, síntomas del virus. Entonces, se le pide que realice un listado de todas las personas con las que haya estado en contacto estrecho en las últimas 48 horas desde la aparición de la sintomatología o desde la realización de las pruebas PCR, según se trate de un caso asintomático o no». Pero eso no es más que el comienzo: «Tras ello, se ocupan de que todos los integrantes de la lista que se les ha facilitado sean sometidos a PCR en la mayor brevedad posible, ya que se trata de las pruebas más fiables que permiten un diagnóstico más concluyente que la serología o los test rápidos. En caso de que alguno de los implicados dé positivo, se deberá de realizar una nueva lista de contactos estrechos de ese mismo paciente y, así, sucesivamente», aclara este enfermero experto en epidemiología.
El listado de contactos estrechos es imprescindible para frenar la cadena de contagios que puede ocasionar un único infectado por el virus. Actualmente, las estimaciones de R0 (número básico de reproducción secundaria a partir de un caso), según 32 estudios de diversas metodologías, es de 1’5 y 6’5 personas. Por ello, es imprescindible diagnosticar cuanto antes a todos los implicados en el listado de contactos del caso positivo, que podrían transmitir el virus en periodo sintomático y asintomático. Según un informe general de Covid-19, realizado por el Instituto de Salud Carlos III, un contagiado de coronavirus en Andalucía incluye de promedio a 5 contactos estrechos en su listado.
«Para la mayoría de los pacientes, conocer su resultado diagnóstico positivo en coronavirus es una sorpresa»
«El contacto estrecho es aquel individuo que haya mantenido una comunicación directa con el contagiado sin ningún tipo de medida preventiva durante más de 15 minutos y a menos de un metro de distancia, por lo que no solo se engloba a los familiares y amigos cercanos del contagiado, sino a todo aquel que haya estado conviviendo con el mismo», puntualiza Medina.
En el momento en el que se notifica un caso positivo en Covid-19, por PCR, es imprescindible que este cumpla con las medidas sanitarias que desde el Ministerio de Sanidad indican. «Tanto los casos positivos como negativos deben guardar un aislamiento de unos 15 días. Se ha dado la coyuntura de pacientes que se han sometido a las pruebas PCR, y esta ha salido negativa. Al cabo de unos días han comenzado con sintomatología compatible con Covid-19 y, tras repetir la PCR, han dado positivo», por este motivo el enfermero epidemiólogo insiste en la importancia de guardar las pautas sanitarias estipuladas.
«La persona contagiada debe permanecer en una habitación independiente del resto del núcleo familiar, guardando en todo momento una buena higiene y, si es posible, utilizando un baño único», apunta el experto. Entre otras, estas son principalmente las medidas que los rastreadores aconsejan seguir cuando contactan, por llamada telefónica, con cada caso.
«La gente joven asintomática no entiende el coronavirus como una enfermedad»
«Para la mayoría de los pacientes es una sorpresa, no se lo esperan, no saben dónde ni cuándo han podido contagiarse. Otros sí lo tienen claro porque ya presentaban sintomatología», explica José Manuel. Y añade: «A veces, cuando comunicamos el resultado positivo a pacientes jóvenes, estos se niegan a asumir su contagio por no presentar síntomas, ya que muchos de ellos son asintomáticos, a pesar de su potencial de contagio. En estos casos, los rastreadores no podemos asegurarnos de que cumplan o no el confinamiento. No podemos controlar a las personas«.
José Manuel Medina también admite la dificultad que los rastreadores encuentran para contactar con muchos de los casos positivos: «Cuando alguien te llama puedes ver la llamada entrante, si te interesa la coges y si no, no. Normalmente hay que insistir varias veces para poder contactar con los pacientes jóvenes porque, entre otras cosas, muchos de ellos no tienen actualizados sus datos telefónicos en la base de datos del SAS».
En definitiva, la labor de rastreo requiere de paciencia y constante dedicación. Gracias a los mecanismos que se tienen para detectar la sintomatología del virus, y de los que se carecía al principio de la epidemia, se puede identificar un mayor número de casos asintomáticos que antes pasaban desapercibidos. Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, advirtió que más del 60% de los nuevos casos diagnosticados por coronavirus eran asintomáticos.
«Protegernos del coronavirus no consiste simplemente en tener la cartelería y el bote de gel en la puerta de los establecimientos»
«En el caso de los pacientes que no presentan síntomas, a cada uno el virus se le manifiesta de una manera diferente: pérdida de olfato, carraspeo, dolor de garganta… Sin embargo, su capacidad de contagio sigue siendo elevada, y en caso de que infecten a personas con patologías asociadas, estas pueden llegar a la fatalidad que todos conocemos de meses anteriores. Sin embargo, la gente joven, al no presentar sintomatología y no encontrarse graves de salud, no lo entienden como una enfermedad«, advierte este rastreador del Área Sanitaria Sur de Córdoba.
Con todo ello, José Manuel Medina termina insistiendo en la necesidad de concienciación de la ciudadanía: «No se trata simplemente de tener la cartelería y el bote de gel en la puerta de los establecimientos, sino de velar por que las personas que entren en el mismo usen adecuadamente la mascarilla, mantengan el distanciamiento social, etc. Solo el hecho de tener una línea pintada en el suelo no quiere decir, ni asegurar, que la gente lo vaya a respetar».