Córdoba no deja de sorprender a propios y extraños con ubicaciones para disfrutar. Un auténtico sueño es recorrer La Casa del Ciprés (Calle Tornillo, 2). Desde el pasado mes de octubre, esta casa señorial que data del siglo XVI se ha convertido en uno de los alojamientos más exclusivos de la capital.


Begoña Lora, su directora ejecutiva, quien la conoce en profundidad, explica: «En tiempos formó parte de la Iglesia de la Consolación. De hecho, era la casa del párroco. Y una de las habitaciones que tenemos aquí la hemos bautizado como ‘La Capilla’ en honor a éste».
No obstante, a lo largo de cinco siglos ha pasado por propietarios de la más variada índole y se ha destinado a usos bien distintos: «También la alquiló la Junta de Andalucía para instalar la Casa de la Juventud. Y ha estado vinculado a proyectos culturales internacionales como Cosmopoética o Utopía», seña Lora.


Y añade: «La ofrecemos para celebrar eventos, sobre todo culturales (conferencias, exposiciones…) y como alojamiento exclusivo. Tiene una capacidad para hospedar a un máximo de 14 huéspedes pero en la planta baja puede acoger eventos de hasta 80 personas (en circunstancias normales y no de pandemia)».
Además sus actuales propietarios quieren que «el cliente venga a La Casa del Ciprés a vivir una experiencia, a conocer Córdoba y sus rincones. Que no sea el típico turista que viene con prisas a ver La Mezquita y al día siguiente se va a Granada y Sevilla».
Crisol de culturas
Begoña Lora ejerce de perfecta anfitriona y señala: «Le ofrecemos un servicio para relajarse. Eincluye desde servicio de habitaciones, mayordomo, la posibilidad de contar con la asistencia de diferentes restaurantes (La Ermita de la Candelaria, Bodegas Campos, y Choco) e incluso con actuaciones en directo en el propio patio».
Además, La Casa del Ciprés ya ha recibido la visita de rostros famosos como Imanol Arias y Juan Echanove.
Y que no le sobran atributos para que anónimos y famosos caigan rendido a sus múltiples encantos: «Esta construcción alberga un resumen de las civilizaciones que han pasado por la ciudad. Contamos con un mosaico romano, artesonados de la planta superior con versos del Corán pintados a mano, o trozos de viga que puede que procedan de la Mezquita-Catedral», concluye Begoña.
Rocío Górriz