El último adiós a Julio Anguita

Los cordobeses con puños en alza y lagrimas en los ojos han aclamado su nombre mientras seguían el coche que portaba el féretro de Anguita

REDACCIÓN – INSITU DIARIO

Entre aplausos, llantos, algunas gotas de lluvia y aclamaciones de cordobeses gritando ¡Julio!, ha salido hoy a las cinco y media de la tarde aproximadamente el féretro de Julio Anguita, por las puertas del Ayuntamiento de Córdoba. El ex edil de Córdoba se encontraba desde anoche en el salón de plenos del Ayuntamiento, donde se ha realizado la capilla ardiente, cerrada al público debido a la situación que azota al país en estos momentos.

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Pese a la petición del Ayuntamiento de que los cordobeses no se presentasen en Capitulares a darle el último adiós al Califa Rojo, algunos no se han podido resistir y se han acercado. Su féretro ha salido por la puerta del Ayuntamiento entre aplausos donde ha sido introducido en el coche fúnebre.

Los cordobeses con puños en alza y lagrimas en los ojos han aclamado su nombre mientras seguían el coche que portaba el féretro de Anguita.

En la despedida del Ex alcalde no ha faltado al igual que ayer ninguno de los alcaldes de Córdoba de la democracia para darle el último adiós, también se encontraban Rafaela Valenzuela, subdelegada del Gobierno, Antonio Repullo, Delegado de la junta de Andalucía en Córdoba y dirigentes de otros partidos como Cristina Pedrajas de Podemos y Pedro García de Izquierda Unida.

Anguita nació el 21 de noviembre de 1941 en la localidad malagueña de Fuengirola. De familia militar, se diplomó en Magisterio y posteriormente se licenció en Historia por la Universidad de Barcelona. En el año 72 se afilió al Partido Comunista de España (PCE) y en 1977 accedió al comité central del partido en Andalucía.

En las elecciones del 79 se convirtió en alcalde de Córdoba como candidato del PCE.Su llegada a la alcaldía no fue fácil, puesto que se encontró con una ciudad muy degradada y su trayectoria política fue difícil también por grandes desacuerdos con sus propios aliados políticos.

Con gran popularidad en la ciudad, en el año 83 fue elegido nuevamente alcalde pero esta vez con mayoría absoluta. A partir de ese momento la ciudad comenzó a denominarlo como el ‘Califa Rojo‘.