Al margen de pandemias y demás circunstancias, las novedades y bondades de la gastronomía cordobesa se abren paso.
Así en los últimos meses, la zona de El Vial ha dado la bienvenida al nuevo proyecto del chef Jhon Mcelyea. Se llama Gastrobar Baco y se ubica en Av. Al-Nasir, 1.
Su terraza es de las más concurridas de la zona y el también cocinero de Gastrotaberna Macsura no ha dejado ningún detalle al azar a la hora de la elaborar la carta.
Se mueve del mar a la montaña con sobrada destreza. Destacan sus diferentes elaboraciones a base de atún: albóndigas con tomate, tataki, tartar, ventresca o el original burrito de atún rojo.


Para los más carnívoros sirve un más que solvente tataki de chuleta de vaca con tres salsas. Tampoco desmerecen sus canelones de ternera estofada y bechamel de manzana.
No obstante, para abrir boca, siempre va bien probar su ensaladilla de pulpo, las anchoas del Cantábrico o la ya famosa tortilla vaga con gambas, vieiras y puerro confitado.
El punto fuerte de la casa es su amplísima bodega. Una auténtica bacanal de referencias con que darse un festín.


No lejos de allí (Avda. de la Libertad, 10) acaba de abrir al público La Bendita Locura Vial Norte. Se autodefina como «taberna cofrade» y en su amplísima terraza se entremezclan, en un ambiente distendido, copas y una la gastronomía cordobesa más fresca y desenfadada.
En su día a día no falta cerveza helada, que combina a la perfección con pescaíto frito, jamón ibérico, queso, tortilla de patatas, salpicón o salmorejo, entre otros bocados. Platos tradicionales que conviven con otros más modernos como el tataki de atún rojo.
Hasta la zona de San Agustín (Calle Obispo López Criado, 4) nos hemos de ir para probar las sugerencias que cada día tiene dentro de su menú degustación A Mortero 3.


Se trata de un proyecto muy particular y sin duda es el restaurante más pequeño de la ciudad: sólo tiene dos mesas, que tienen lista de espera para llenarse una y otra vez.
Lorenzo Manuel Rodríguez es el chef que, tras asimilar su bagaje por diferentes países, ha implantado un modelo de negocio único en Córdoba.
Lleva a cabo una cocina mediterránea contemporánea, de gran belleza estética pero que, además, se caracteriza por su fuerte compromiso con las materias primas de la tierra.
Cada día cambia alguno de los platos de la carta en función de lo que ofrece el mercado. Algunos de los que han pasado por sus fogones son: Alubias con achiote, mejillones y anarcados; pico de gallo con almejas al ajillo; o su Magret de pato estilo A Mortero 3.


Por su parte, El Boquerón (Avda. de Manolete, 20) es un lugar agradable donde disfrutar de momentos únicos en torno a la mesa.
Tiene dos amplios salones y terraza. Lo suyo es comida casera, con buena materia prima, y entidad propia.
Sus clientes más fieles vienen atraídos por sus crocantes boquerones al limón o cualquiera de sus carnes a la brasa. El cochinillo asado segoviano es otra de sus especialidades.
Y lo que es mejor, sus postres están a la altura de lo mejor de su carta.
Otra de las fortalezas del establecimiento es la amplia y cuidada selección de vinos para disfrutar de acertados maridajes.
Rocío Górriz