Ruta para tapear de lujo por el centro de Córdoba

REDACCIÓN-INSITU

No hace falta salir del corazón comercial y financiero de la ciudad para saborear tradición y vanguardia cordobesa a partes iguales, y en compañía de vinos de la tierra magníficamente seleccionados.

Una de las tabernas más populares es El Poema (Calle Alonso de Burgos, 2). Su creadora, Lola Jiménez, dirige con mano sabia cocina y sala. Distinguida como Señora de las Tabernas por el Aula del Vino de Córdoba no sin motivo, tiene dos máximas a la hora de servir una de sus numerosas tapas: una presentación cuidada y el empleo de una materia prima de máxima calidad. Los productos de cercanía y la elaboración a la manera tradicional hacen el resto.

Se meten por los ojos sus patatas bravas, el arroz con carne, las alcachofas guisadas, cochifrito, albóndigas en salsa o todos sus bocatines tanto fríos como calientes.

Y ahora en verano degustar su salpicón de mariscos, salmorejo, ensaladilla o boquerones en vinagre resulta refrescante a la par que un premio para el paladar.

A la misma familia de empresarios hosteleros pertenece Taberna La Cuarta (Calle Capitulares, 8). Carlos Pérez ha heredado los genes familiares para desenvolverse con maestría en la cocina pero va un paso más allá. Enamorado de la cocina de producto y de fusión, se atreve con nuevas texturas, sabores y combinaciones. Actualmente, entre otras, ofrece la tapa de pulpo a la parrilla con puré de patata al queso de oveja. Otra es la de ceviche peruano con corvina y pulpo. Igual de rica que la de tataki de atún con huevas de trucha y trufa.

Mención aparte merece la tapa de carrillada ibérica al tomillo y romero con alcachofa confitada.

Justo al lado se encuentra Kurtuba Gastro (Calle Capitulares, 12), cuyos clientes llegan buscando la magia de sus gyozas de langostino con mahonesa de chile y gamba; lomo de vaca salteado con salsa Tonkatsu o atún con salsa de semillas de girasol, que ahora mismo es un producto de temporada.

El famoso chef Paco Morales inauguraba hace unos meses un bar rebautizado como El bar de Paco Morales (Avenida Ronda de Tejares, 16. Pasaje Rumasa), que encarna la versión más jovial, divertida y canalla de este cocinero. Bravas con ajo y salsa de tomate picosa; croqueta de jamón ibérico y mahonesa de ajo tostada; tartar de vaca vieja con yema de huevo curada, alcaparras y pepinillo encurtido; o bocatín de calamares con mahonesa de limón son algunas de las delicias que el ganador de dos Estrellas Michelin ofrece a sus clientes.