REDACCIÓN-INSITU
Muchos serán los cordobeses que este verano pasarán las vacaciones en su propia ciudad, y un buen plan es salir a darse un homenaje gastronómico sin quedarse en números rojos. En Insitu Diario hemos localizado algunos establecimientos con una estupenda oferta gastronómica en forma de menú degustación o con descuentos más que interesantes en carta. Otros, simplemente, tienen una ajustadísima relación calidad-precio durante todo el año.
La Tranquera (Calle Cardenal González, 52) tiene el 30% de descuento en carta en El Tenedor. Este restaurante de fusión hispano-argentina es de los mejores sitios de la ciudad para comer carne a la brasa, parrilladas, empanadillas argentinas, generosas ensaladas y algo de pasta. Pero también ofrece manjares de la tierra como salmorejo, pisto o flamenquines. Además, tiene una agradable terraza, donde disfrutar de una suculenta cena.
Es más que aconsejable dejar sitio y apetito para el postre y probar su panqueque de dulce de leche o su Tango Negro (Una tarta especial de auténtica muerte por chocolate).
En las inmediaciones de la Mezquita-Catedral está Doble de Cepa (Calle Martínez Rucker 9). También El Tenedor aplica un 30% de descuento en carta bajo reserva previa. Es auténtico reducto de la gastronomía cordobesa y mediterránea en general y un lugar mágico y único para escuchar buen flamenco.
Sus raciones son ideales para pasar una divertida velada con amigos entre raciones de jamón, queso, chacinas ibéricas, ensaladilla, pescaíto frito, tomate con ventresca y mucho y buen vino de la tierra.
El restaurante gastronómico del Hotel Hospes Palacio del Bailío (Calle Ramírez de las Casaa Deza, 10) acaba de abrir de nuevo sus puertas (con un 40% de descuento en carta reservando en El Tenedor). Bajo la batuta del chef Javier Moreno, Arbequina promete volver a sorprender a sus clientes.
La carta que van a encontrarse este verano va desde la ensalada de naranja y bacalao ahumado; las croquetas de gambas; el arroz de carabineros y jugo de nam pla o las zamburiñas marineras con jamón ibérico al original pulpito tandoori massala, tinta crunch y cachelos de patata.
Y para acabar qué mejor que hacerlo con postres tan originales como Stone fruits, cremoso de vainilla, chantilli de cítricos de nuestro jardín; o bien con el bizcocho de coco, mango, piña, cilantro, ron de coco, tapioca.
Casa Bravo, en plena Puerta de Almodóvar, tiene una carta digna de probar y unos precios más que aceptables para la magnífica calidad que ofrece. Todo es 100% casero y hecho con mucho amor por la cocinera Elena Rojano.
Trabajan como en pocos sitios la casquería y su oferta de tapas es rica y variada. Los guisos tradicionales son uno de sus puntos fuertes, al igual que sus frituras, alioli y su gran variedad de croquetas. Lo mismo ocurre con su selección de vinos y con los ratitos de arte y flamenco que sus propios clientes brindan de manera espontánea.
Muchos se preguntan cómo el chef Paco Villar es capaz de ofrecer un menú de alta cocina en Terra Olea (Calle María La Judia, 14) por 27 euros (bebidas aparte). Lo mejor será acercarse hasta allí para comprobarlo y degustar los siete platos que lo componen. Cualquiera no será capaz de resistirse a combinaciones como puerros, mantequilla de oveja y ajo negro; tomate rosa, bonito ahumado y vinagreta; costilla de vaca y café de París; pescadilla, adobo y judías verdes; o melón, albahaca, lima y jengibre.
Otro menú, a un precio de 15 euros, que no hay que perderse es el del día del Arena Bar (Escritora María Goyri, s/n). La mano de la chef Celia Jiménez está detrás de todo un conjunto de platos que replican los sabores de la tierra. El cliente podrá elegir entre dos primeros y dos segundos, a los que se suma pan, bebida y postre casero o café. Toda una oportunidad para probar su salmorejo cordobés con huevo y jamón, sus albóndigas en pepitoria con patatas o su delicioso cóctel de langostinos. Además, a su comida hay que sumar un entorno de lo más agradable rodeado de terraza, piscinas e instalaciones deportivas.