
Un cándido y emotivo homenaje póstumo ha abrazado el monolito conmemorativo al artista y escritor Ginés Liébana que instalado en el cementerio de San Rafael en Córdoba y que pronto estará acompañado de un busto del último miembro vivo del Grupo Cántico.
Al descubrirse la ornamentación conmemorativa se podía observar el grabado de su nombre en la piedra, mientras su hijo Mateo Liébana contemplaba el acto abrazando la urna con parte de las cenizas de su inigualable padre. El resto de las cenizas reposan ya en Vizcaya.
De esta forma, Ginés Liébana tiene ya su tumba en Córdoba y donde descansarán sus restos. Durante una conversación con su hijo Mateo, «hablábamos de la importancia que tenía para él tener un lugar en Córdoba donde estuviera su memoria«, contaba emocionado al ver cumplido uno de los deseos del artista.
«Hablábamos de la importancia que tenía para él tener un lugar en Córdoba»
También se ha inaugurado El Paseo de los Ilustres en el cementerio, un paseo que permitirá conocer la historia de la ciudad y de los personajes más destacados que descansan en ella. El primero de ellos será Liébana, no obstante, le acompañaran amigos del artista, como Pablo García y Ricardo Molina, que reposan en San Rafael y formaban también parte del Grupo Cántico.
Durante el homenaje se ha contado con la música de la Orquesta de Córdoba, que han interpretado cinco canciones como Garota de Ipanema y Brasil, dos piezas que «eran del agrado de Ginés», ha apuntado la presidenta de Cecosam, María Luisa Gómez.
Asimismo, su amigo Raúl Alonso ha recitado una oración escrita por Liébana y firmada en junio de 1946. «La escribió siendo un joven» y fue recuperada de uno de los dos diarios de la juventud del artista. La recopilación de poemas, cartas, ideas inacabadas por Liébana han quedado recopiladas en Beauty, un diario sentimental editado por la Editorial Cántido y con la colaboración del Ayuntamiento de Villa del Río y su alcalde, Emilio Monterroso, quien también ha asistido al acto. Rincón es el título de la oración recitada por Raúl Alonso:
RINCÓN, por Ginés Liébana Señor, dame un rincón donde yo pueda esconder mis sentidos, un sitio que no sea prohibido para que mi envidia no se pierda ya más en las avenidas de arena que se ven detrás de las verjas de los jardines desconocidos siempre cerradas para mí. Señor de todo lo que tú prohíbes, lo menos prohibido te lo pido, lo que me puedas dar aunque alargues tu mano. Inútilmente me enfundo y me muevo sin belleza no teniendo un nido, no sabiendo, buscar una gracia, ni mi lugar, donde gozar la semejanza que tanto se parece a tu ternura, la tibia posesión de tu rincón que quiero y no esta inútil soledad.
Por su parte, el alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha expresado la importancia que tiene «la sed de vida». Tras una vida centenaria y una actitud «inconformista, integral, comprometido que mordió la vida«, ha apuntado, se dedicó a mantener las antiguas amistades y, a la vez, «abrir a las jóvenes promesas dándole una oportunidad».
El regidor ha utilizado la figura de Ginés como ejemplo de «afrontar la vida sin complejos» y ejemplo de que «la vida es un regalo». Para despedirse de él con quien compartió un momento en su residencia de Madrid en su 100 cumpleaños, «un museo y lugar místico con sus recuerdos«, Bellido ha recitado «dame un rincón donde pueda esconder mis sentidos», un texto de Eduardo García, también amigo y compañero cántico de Ginés.
«Liébana es un ejemplo de cómo afrontar la vida sin complejos y de que la vida es un regalo»
Familiares, amigos y ramos de rosas rojas. Al acto también han asistido la subdelegada del Gobierno en Córdoba, Rafaela Valenzuela, el delegado del Gobierno de la Junta, Adolfo Molina, el delegado de Cultura, Eduardo Lucena. También, la que fuera alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, y la actual teniente alcalde de Cultura, Marián Aguilar, entre otras personalidades políticas.
Pintura miniaturista, simbólica, intensa y sensual. La memoria de su ardua vida se mantendrá viva, no solo en el cementerio de San Rafael, sino a través de toda la creación artística y cultural a la que se dedicó en vida el pintor de los ángeles y la eterna sonrisa.
Galardonado en 2005 con la Medalla de Oro de Bellas Artes por su trayectoria creativa, cinco años después, en 2010 era elegido Hijo Adoptivo de Córdoba. Un año más tarde, recibió la medalla de Andalucía en 2011.
Hasta su muerte, el icono de la escritura de la postguerra se ha mantenido en activo, creando y con la curiosidad que tanto le caracterizaba. Del mismo modo, siempre se ha mantenido unido a Córdoba y a sus pueblos, como Villa del Río, donde dedicó gran parte de su obra.