José Alcolea, ginecólogo: «La edad límite de la mujer para congelar óvulos son los 35 años»

Desde el Instituto Cordobés de Fertilidad (ICOFER) el facultativo responde a las principales cuestiones en torno a la reproducción asistida

Aunque muchos piensen que la consecución de un embarazo de forma natural es un proceso rápido y sencillo, no siempre es así. El ginecólogo José Alcolea y el resto del equipo del Instituto Cordobés de Fertilidad (ICOFER) se han convertido en un referente en lo que a reproducción asistida se refiere.

La ciencia avanza a toda velocidad. Sin embargo, la Covid-19 echó el freno en seco al sueño de muchas parejas de convertirse en padres. «La pandemia retrasó los planes de muchas parejas de someterse a procesos de reproducción asistida porque con la declaración del estado de alarma las unidades de reproducción asistida cesaron su actividad hasta la desescalada en junio», asegura Alcolea.

Pero afortunadamente, se ha experimentado un incremento de las cifras de procedimientos iniciados desde entonces: «Cuando llegó la desescalada observamos cierta reticencia a retomar los procesos, pero viendo que la pandemia se alargaba en el tiempo hemos intentado normalizar la situación dentro de lo posible«, añade.

De hecho, subraya: «No tenemos constancia de que haber padecido coronavirus afecte a la calidad ovocitaria. Sin embargo, parece que en los escasos estudios que se han hecho hasta la fecha se observa que está más fragmentado DNA de los espermatozoides de los hombres que lo han sufrido. Pero tampoco es significativo en cuanto a éxito reproductivo».

Embarazo: Del mito a la realidad

El gran problema es que no siempre coinciden proyectos vitales con la idoneidad biológica. «Vivimos en el mundo de la inmediatez y eso supone un planteamiento en el tema de la fertilidad que biológicamente no es bueno. A veces el plan de vida perfecto no sucede dentro de la edad reproductiva ideal y ese es el momento en que nosotros tenemos que actuar porque son pacientes a los que seguir intentándolo durante más tiempo no les viene bien. Se han planteado un marco mental muy restringido», reconoce el ginecólogo.

Y advierte para quienes deciden preservar su fertilidad: «La edad límite de la mujer para congelar ovocitos son los 35 años, e incluso antes».

No obstante, cada día hay más posibilidades de conseguir el tan ansiado embarazo gracias a la ciencia. Entre los últimos hallazgos destaca el Método ROPA. ¿En qué consiste? José Alcolea explica: «Es un procedimiento que permite a ambas mujeres implicarse en el proceso de gestación. Las dos son madres biológicas del futuro bebé. Estimulamos y extraemos los ovocitos de una de las integrantes de la pareja, fecundarlo y tras una preparación endometrial de la otra mujer le realizamos la transferencia embrionaria. Así una madre aporta la carga genética y la otra el útero gestante».

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Rocío Górriz