Niño Ruven: «La gente se sorprende cuando escucha el fagot con el timbre flamenco»
En entrevista, el creador y único representante a nivel mundial del fagot flamenco adelanta cómo será su próximo lanzamiento esta primavera y cuenta cómo ha sido llegar hasta la actualidad con un instrumento desconocido en este género
Ser flamenco va más allá de la música, es un estilo de vida y una manera expresar las emociones. Al igual que una planta, que crece, evoluciona y las raíces se asientan en la tierra, Rubén Jiménez Urbano, natural de Doña Mencía, ha dado un cambio a su nombre artístico a Niño Ruven. Creador y único representante a nivel mundial del fagot flamenco, celebra su cumpleaños con la fuerza de continuar en la innovación de este género musical y preparado para su próximo lanzamiento esta primavera, un proyecto que tratará sobre un poeta andaluz muy ligado a la cultura flamenca y su niñez. En entrevista para Insitu Diario, Niño Ruven hace un recorrido de su trayectoria, cómo logró convertir el fagot en un instrumento flamenco y explica cómo es su manera de entender el flamenco, entre otras cuestiones.
Entrevista en vídeo
Pregunta. Has dado un cambio a tu nombre artístico, ¿cuál es y por qué?
Respuesta. Es simplemente un cambio muy muy pequeño, Rubén ponerlo con V y quitándole la tilde —Ruven—. ¿Por qué este cambio de nombre? Más que nada porque he atravesado por un proceso de búsqueda durante todos estos años. En un primer momento me puse Niño Rubén, digamos que he añadido lo de niño, pero Rubén era mi nombre y no lo cambié. Ahora me apetecía cerrar este ciclo, esta etapa de mi vida que he tenido de búsqueda. Creo que es interesante por ese hecho de que no todas las cosas están o se dejan definir al principio, sino que la propia vida te va diciendo por donde tienes que ir circulando y vas viendo y descartando cosas. Termina una etapa porque es quiero seguir innovando, quiero seguir ese propio camino, pero ya no dando bandazos, ya tengo muy claro el camino quiero seguir.
P. Mencionas un procesa de búsqueda, ¿cómo ha sido?
R. Digamos que el punto álgido fue la presentación del fagot flamenco, ese descubrimiento que yo hice del fagot, escuchar su sonido con un guitarrista flamenco, enamorarme de esa sonoridad e ir indagando cómo podía sonar de una manera más honda, más flamenca, transformando un poco su técnica y su sonido. Luego empiezan muchos proyectos que yo tenía también un poco en paralelo. Presenté el año pasado un instrumento inspirado en estos sonidos que contiene el flamenco con los sonidos árabes. Luego incorporé también el duduk, que es un instrumento propiamente árabe.
Me inicié también en el mundo del arte dramático, que era un pellizquito que tenía de niño que me gustaba mucho y con mi edad creía que no lo iba a hacer nunca. Estos años han dado pie a iniciarme en este camino y a desarrollar esta técnica. Lo inicié para buscar esa conexión con la emoción que transmitía con la música. Es un mundo que me llamaba la atención, que me ha enamorado y que quiero seguir complementándolo con mi carrera musical también.
P. ¿Cuál es tu trayectoria hasta llegar a este cambio?
R. Ha sido una trayectoria un poco dura, más que nada por la pandemia que hemos pasado. También porque la gente se cree que es fácil innovar y en parte sí, si se te ocurre, pero tienes que enfrentarte a que nadie ha escuchado este instrumento, público que directamente me dice que no sabía ni qué existía este instrumento. Presentarlo con ese timbre flamenco también te descoloca más y es realmente complicado, pero cuando la gente lo escucha y ve el resultado se sorprende y te transmiten esas sensaciones que tienen. Es muy bonito porque poco a poco no solamente conocen el instrumento, sino que también va conociéndose y transformándose ese sonido para que suene a flamenco. Mucha gente me dice que parece como si hubiese estado sin ver el flamenco por lo natural que suena, para mí es un orgullo porque lógicamente es que el trabajo está bien hecho y me siento muy satisfecho por ese lugar
Lo presenté en 2019, para ver cómo iba en mi pueblo, en Doña Mencía, y después en un congreso internacional enfocado en el mundo del fagot y al año siguiente en el mundo del flamenco. Para mi sorpresa, todas las críticas fueron bastante buenas y me lanzaron bien. A raíz de ahí empecé a dar varios conciertos con colaboraciones, presentando el fagot flamenco, con un documental que se puede ver en Youtube. Por mi personalidad, soy una persona muy inquieta y tenía mucha curiosidad con esa conexión árabe que tiene el propio flamenco. Terminé de diseñar este instrumento (duduk) que te comento que quiere enfatizar esos sonidos árabes, terminé de aprender ese instrumento y también me metí el mundo audiovisual como actor y en Youtube, donde hago muchas colaboraciones y grabaciones sobre temas de divulgación del flamenco tal y como yo lo entiendo, porque es complicado también encontrar a alguien con un perfil que defienda tanto lo teórico como lo práctico y lo una.
«Es complicado encontrar a alguien que defienda el flamenco tanto en lo teórico como en lo práctico y lo una»
P. Eres el único fagotista flamenco del mundo. ¿Cómo haces para que el fagot suene tan bien en flamenco? ¿Cómo es tu manera de entender el flamenco?
R. Mi manera de entender el flamenco es completamente hacia la libertad y la personificación del artista, yo defiendo que el flamenco es flamenco y no es folclore porque el propio artista le da esa serie de cantes con su personalidad. Creo que ahí está la clave. También hay que entrar un pelín en materia, varía la interpretación, el instrumento y la propia voz, hay que ver cómo cambia la técnica. Es una especie de regla de tres, si el cante flamenco suena así en comparación con el canto más lírico, con el fagot clásico no sonaría el fagot flamenco. Ahí entra muchísimo toda la influencia de no solamente del flamenco, sino también del cante como del toque de la guitarra como del baile y de los propios instrumentos árabes. Es curioso porque cuando empecé a aprender ese tipo de instrumentos, vi una conexión grandísima con lo que yo ya venía estudiando del flamenco, es decir, el resultado me dio esa regla de tres con el fagot para transformarlo en flamenco, era básicamente hacer este instrumento árabe con alguna que otra diferenciación. Ahí se ve realmente la raíz que tenemos y la interconexión entre las culturas que han pasado por esta tierra.
P. Parece que otras provincias andaluzas resuenan más por el flamenco. ¿Córdoba es flamenca?
R. Córdoba influye sobre las personas y las personas son flamencas. El flamenco al final no deja de ser una forma de vivir, una forma de hablar y yo creo que Córdoba por supuesto es flamenca porque pertenece esta atmósfera. La gente viene aquí y se contagia de esa cultura, de esa manera de ver la vida, eso es el flamenco en su semilla, luego de esa semilla brota una raíz gorda que sería el cante jondo y del cual brota ese árbol variantes e innumerables estilos, innumerables personalidades y nuevos artistas que van surgiendo. Yo lo comparo con una planta, con un árbol grande que va creciendo y evolucionando y no por ello tiene que perder su esencia. Córdoba, al igual que toda Andalucía, es flamenco y es lo que respiramos.
P. ¿De qué trata tu próximo lanzamiento?
R. Queríamos sacar un tema ahora, pero es tan caótico cambiar a la vez el nombre artístico que se iba a formar mucho la pelota. Al final saldrá seguramente el próximo mes o incluso en el siguiente, para primavera. Es un lanzamiento bastante especial porque homenajea a un poeta que se ha inspirado mucho en el flamenco. No voy a dar el nombre del poeta poner un poquillo de suspense, pero tiene una conferencia en la que resalta toda la parte, no solamente del flamenco, sino de la propia niñez. Lo descubrí precisamente después de ponerme Niño Rubén a final del 2017. Me siento muy identificado con el significado que tiene lo de Niño Ruven, con esa búsqueda de nuestra identidad, de nuestra curiosidad cuando somos niños y esa manera de sorprender. El hecho de que te sorprendas por todo es como un niño en cuanto a la creatividad y esa intuición, esa manera que tienen los niños de no traicionarse a sí mismos.
Sobre el lanzamiento, no va a ser solamente con el fagot, vamos a incorporar también otro tipo de instrumentos y vamos a relanzar un proyecto que presenté en 2016 sobre todo lo que hice antes del fagot flamenco, de todas las obras que pude publicar con una editorial extranjera.
P. Por cierto, felicidades porque ayer, 25 de marzo, fue tu cumpleaños. ¿Qué deseo pedirías?
R. Deseo simplemente no traicionarme nunca. Creo que hasta ahora he sido bastante fiel a lo que buscaba, a la manera en la que quiero identificarme y en la que quiero mostrar mi música. Siento que hasta ahora no solamente no me traicionado, sino que he ido evolucionando. Creo que la vida es irnos encontrando, identificando y construyendo nuestra personalidad.
«Deseo no traicionarme nunca«
P. ¿Animarías a que escuchen flamenco?
R. Que consuman flamenco y que lo disfruten y que no se cierren tan pronto a lo que sería la escucha del flamenco. Yo lo comparo con vino. Una persona no puede tomar de pronto un vino igual que tenga como más calidad, hay que empezar por algo más joven para irte iniciando y el flamenco yo creo que es igual. Hay muchísimo flamenco mucho más comercial, que no significa que sea peor, sino más joven que entra muchísimo mejor. A raíz de ahí puedes ir descubriendo poquito a poco a esos artistas, tanto clásicos como contemporáneos, irte aficionado. Sobre todo a escuchar música porque el flamenco no deja de ser música. A quien le guste la música y el arte seguro que le gusta el flamenco que esté viene hecho y hecho que corazón.
«A quien le guste la música, le gusta el flamenco que esté viene hecho y hecho que corazón»