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Origen y tradición por el Día de Todos los Santos

Como cada 1 de noviembre, una de las costumbres es acudir al cementerio en familia para llevar flores a la tumba de los seres queridos que ya no están

Mujer colgando flores en el cementerio de San Rafael. Foto: RAM
Mujer colgando flores en el cementerio de San Rafael. Foto: RAM

El Día de Todos los Santos es una de las fechas más marcadas en el calendario de España. Forma parte del imaginario popular de todo el mundo, razón por la que es interesante desgranar el origen de esta festividad y sus costumbres y tradiciones de la celebración.

¿Cuál es el origen del Día de Todos los Santos?

Como es bien conocido, el Día de Todos los Santos se celebra cada 1 de noviembre. Un día dedicado a honrar a los seres queridos que han fallecido. Por ello, es típico acudir al cementerio en familia y llevar flores junto a la tumba. Sin embargo, ¿cuál es el origen de este día tan especial?

Aunque el origen del Día de Todos los Santos no está muy claro, se cree que pudo comenzar durante el siglo IV. Entonces se produjo la persecución de los cristianos por parte del emperador Diocleciano. Eran conocidos muchos mártires, razón por la que no era posible dedicar un día del año a cada uno de ellos. Se estableció un día para rememorarlos a todos ellos juntos y, un poco más tarde en el año 610, el Papa Bonifacio IV instauró una fecha para conmemorar a los mártires católicos.

Más tarde, hace unos 1300 años, el Papa Gregorio III trasladó la fecha al 1 de noviembre. Consagró también una capilla en la Basílica de San Pedro en honor a todos los Santos. Después, en el siglo IX, fue el Papa Gregorio IV quien extendió esta festividad a toda la Iglesia, concretamente en el año 835.

En cuanto a la fecha elegida, se cree que se escogió el 1 de noviembre porque coincidía con una fiesta pagana llamada Samhain, el Año Nuevo Celta. Como en aquel momento la Iglesia quería eliminar las fiestas paganas, así conseguía establecer en su lugar una cristiana. Por otro lado, también se celebra el 2 de noviembre el Día de los Fieles Difuntos, en honor a todos aquellos muertos que aún no han superado el Purgatorio y se reza por ellos para que gocen de la presencia de Dios.

Costumbre y tradición del Día de Todos los Santos

Hablando de las costumbres del Día de Todos los Santos, sin duda, la más repetida y valorada cada año es llevar flores al cementerio a los seres queridos que han fallecido. En cuanto a las flores, las más frecuentes son los crisantemos, pero también son comunes las margaritas, la rosa, el clavel, el lirio de agua o el gladiolo. Otra de las costumbres es que durante el Día de Todos los Santos las catedrales exhiben las reliquias de los santos que hay entre sus muros.

Flores en el cementerio de Córdoba. FOTO: RAM

Cabe destacar que el origen de llevar flores a los difuntos no tenía el mismo significado que ahora. Antiguamente no existían las técnicas de embalsamiento de hoy en día, así que cuando el cuerpo se exponía durante varios días para ser velado, acababa desprendiendo un olor muy desagradable. Con el fin de esconder este olor, se solía quemar incienso y cubrir el cuerpo con flores. La tradición de las flores se ha mantenido hasta el presente, pero se usan de una manera diferente.

Asimismo, hay que señalar que el árbol más abundante en los cementerios son los cipreses. Antiguamente se creía que guiaban a las almas de los difuntos al cielo. Sin embargo, hoy en día estos árboles se siguen usando porque sus raíces crecen hacia abajo y así no estropean las tumbas de los difuntos, como sí ocurre con otras especies.

En definitiva, el Día de Todos los Santos es una de las fechas más especiales del año en España. Las costumbres y la gastronomía tienen una gran importancia en este día, pero lo fundamental es pasarlo junto a los seres queridos, tanto los que están como los que ya se fueron.

Javier Sánchez

Reportaje gráfico: RAM


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