J.F. FRAILE
Córdoba es una ciudad para pasear, una ciudad destinada a la admiración de sus monumentos, de sus calles, de su gente. Tanto prestigio tiene la capital que la marca deportiva Adidas ha querido distinguir a sus paisanos con unas zapatillas que tendrán la señal de identidad cordobesa, inspiradas en el color de las flores de la ciudad califal.
Como embajador cordobés de la marca Adidas, han elegido a Paco Navarro, prestigiosos guitarrista que ha tocado junto a los más grandes artistas de flamenco de nuestro país. El músico nos cuenta cómo se enamoró de Córdoba y de qué manera ha vivido la cuarentena desde su posición de maestro de la guitarra.
_ ¿Cómo le contactó Adidas para ser el nuevo embajador de sus Adidas Córdoba?
_ Adidas me envió un mail comentándome el proyecto. Pese a que, al principio, lo vi muy extraño, me convenció lo que me propusieron puesto que no tenía que hablar de las zapatillas, sino de Córdoba como ciudad y hogar.
_ ¿De dónde le viene su pasión por Córdoba?
_ Pienso que, aparte de estar simplemente enamorado de ella, mi pasión se ha visto repercutida por el arte de la guitarra. Desde los 8 años, he recorrido y he tocado la guitarra por todas las calles de Córdoba, ya sea en solitario o con amigos. Ir por la Judería, sacar la guitarra y tocar un rato… ¡Es imposible no emocionarse!
_ ¿Por qué considera a Córdoba la cuna del flamenco?
_ Creo que es donde más artistas consagrados podemos encontrar. Tenemos a nuestro Vicente Amigo, a nuestro José Antonio Rodríguez, al Tomate, al Merengue, a los antiguos que nos enseñaron y a muchos otros. Por eso la considero la cuna del flamenco, porque es mi cuna. Además, tenemos el Festival de la Guitarra, el festival más grande del mundo en cuanto al flamenco.
_ ¿Cuál fue la primera vez que Córdoba inspiró su música?
_ Realmente no lo sé. Siempre he vivido con la pasión por la ciudad y no podría decirte un solo momento. Aun así recuerdo extremadamente bien la primera vez que toqué con Vicente Amigo. Ambos éramos unos niños y nos juntábamos con los hijos de Juan Muñoz, con El Panky, con Jose Manuel Hierro porque mi madre tenía un mesón en la Fuensanta y era como nuestra sede.
_ ¿Cómo es tocar con artistas de la talla de Pastora Soler o José Miguel Carmona?
_ Estar con Pastora hace que un concierto adquiera un nivel muy superior al que yo no estoy acostumbrado. Vicente Amigo y algunos guitarristas de primera sí estarían al nivel. Creo que es uno de los perores momentos que puedes vivir hasta que termina, entonces cambia radicalmente tu visión del concierto y se convierte en uno de los momentos más bonitos que puedes vivir.
_ Como docente de la guitarra, ¿cómo se ha adaptado a la nueva normalidad?
_ He tenido que reinventarme. El confinamiento me hizo pensar mucho. No podía dejar a los alumnos solos con un vídeo que les hubiera enviado. Lo que hice fue usar algunas de las plataformas disponibles como Skype o Zoom Video para dar una clase diaria de 45 minutos, totalmente gratuita y dirigida a todos mis alumnos. Pensé que sería una buena forma de compensar el hecho de no poder estar a su lado durante el aprendizaje.
_ ¿Qué opina sobre las nuevas tendencias musicales?
_ Todo es arte. Cualquier persona que sea capaz de subirse al escenario es artista. Subirse ahí arriba es muy difícil. Yo le sigo teniendo miedo en ocasiones. Puede que estas nuevas tendencias no sean de mi agrado en su totalidad pero me encanta ver nuevas formas de expresión. Hay algún rapero flamenco con el que disfruto y me parece extremadamente complicado combinar, sonando tan bonito, dos estilos tan diferentes.