Por cuestiones estéticas o médicas, cada día son más los pacientes que llegan a la consulta de Gepkeline Bunschoten, cirujana general especializada en el tratamiento de varices del Hospital San Juan de Dios.
«Las varices son venas dilatadas cuya causa suele ser un mal funcionamiento de las válvulas dentro de las varices o una obstrucción en alguna vena que impide la buena circulación», señala la experta.
A pesar de que esté comúnmente extendida la idea, «no es un problema exclusivo de mujeres. Hay también muchos hombres que las padecen», matiza.
¿Las causas? Son muy variadas. Sin embargo Bunschoten explica que «hay una predisposición genética».
Aunque el hecho de ser mujer también predispone: los embarazos aumentan el riego de padecer varices. Y añade: «También es determinante el tipo de trabajo que se lleva a cabo. Cuanto más sedentario, peor. La falta de ejercicio, la obesidad y la toma de anticonceptivos orales propician su aparición».
En algunos pacientes las varices suelen salir desde bastante jóvenes (entre los 20 y 30 años) y más del 75% de la población mayor de 70 años padece alguna forma de variz.
Para prevenirlas «lo mejor es la vida activa, un ejercicio moderado y las personas que trabajan de pie deben usar medias de compresión», adelanta la doctora.


Un mundo de posibilidades
No obstante, una vez que son visible «lo mejor para eliminarlas son las técnicas de escleroterapia y de láser», indica la especialista. También están las técnicas quirúrgicas clásicas, las mínimamente invasivas, el láser y la radiofrecuencia endovascular y el Venaseal (adhesivo médico).
Y advierte: «La escleroterapia suele funcionar muy bien con las arañas vasculares. Sin embargo, el paciente que tiene varices ya grandes debe pasar por quirófano aunque sean con las técnicas menos invasivas».
En honor a la verdad, reconoce que «el paciente con varices tiene insuficiencia venosa crónica por lo que aunque quitemos las varices, se supone que a lo largo de los años vuelven a aparecer«.


también hay que tener en cuenta que «estos tratamientos están contraindicados en algunos casos, en función de la causa de las varices. Si su origen es una trombosis venosa profunda y el sistema venoso profundo no funciona bien no debemos tocar las varices superficiales porque son la única vía de retorno que tiene la sangre», aclara la doctora.
Y continúa diciendo: «En alguien con muchas enfermedades también tenemos que plantearnos el equilibrio entre riesgo y beneficio. O si aplicamos la escleroterapia debemos considerar posibles alergias o evitarla en pacientes que hayan tenido muchas flebitis y optar por la cirugía».
El día después
La vuelta a la vida normal del paciente que se someta a la eliminación de varices variarán en función del tratamiento.
Después de cirugía convencional hay que guardar reposo relativo durante aproximadamente tres semanas. En la mayoría de los casos los pacientes tardan 3-4 semanas en poder retomar su actividad laboral normal.
Tras una cirugía mínimamente invasiva (ablación de safenas con radiofrecuencia, láser o cianoacrilato) se puede llevar vida casi normal en seguida, según las molestias. Aunque hay que evitar deporte intensivo durante un tiempo.
Después de tratamiento con escleroterapia también se puede llevar vida normal en seguida, dejando el deporte intensivo durante unos días.
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Rocío Górriz/ Audiovisual: RAM