José Eduardo Arjona, ginecólogo: «Se tarda una media de siete años en diagnosticar una endometriosis»

El jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital San Juan de Dios Córdoba asegura que el 40% de mujeres que la padecen acaban perdiendo su empleo a causa del cuadro crónico de dolor que las aqueja

En pleno siglo XXI un muro de silencio, y a veces de incomprensión, se cierne en torno a las mujeres que padecen endometriosis. Los dolores que genera pueden resultar invalidantes y aislarlas de su entorno laboral, social y familiar.

Uno de los mayores especialistas en la materia es José Eduardo Arjona, jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital San Juan de Dios. «Se trata de una enfermedad crónica que consiste en la presencia de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina y el síntoma con el que se manifiesta fundamentalmente es con un cuadro de dolor», asegura.

El facultativo destaca que «el 70% de las mujeres que la padecen, se ausentan del trabajo entre cuatro y cinco días al mes. De ellas, el 40% pierden su empleo».

El camino hasta llegar a un diagnósticos certero es arduo y confuso: «La mayoría de las mujeres tardan, de media, tres años en consultar a su médico a raíz de los síntomas. Éstos incluyen la aparición de dolor durante la menstruación. Un dolor que tiene una serie de características que van aumentando con el tiempo y que no cede con los analgésicos y antiinflamatorios habituales», explica Arjona. Además, «suele ser un dolor invalidante durante el periodo, impidiéndoles cumplir con sus ocupaciones laborales, domésticas o familiares».

Por otra parte, especifica: «Luego también suele aparecer un dolor crónico, de más de seis meses de evolución, que a veces se irradia hacia atrás y otras hacia adelante, por lo que habitualmente se confunde con un cólico nefrítico o incluso con una compresión medular».

Y eso nos es todo. Como señala el doctor: «También es posible que se acompañe de molestias al orinar o dolor anal, dependiendo de hacia dónde irradie. Además, las afectadas por endometriosis suelen padecer dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia)».

A ello se suma el hecho de que hay una relación directa entre endometriosis e infertilidad. «Un ambiente inflamatorio induce una dificultad para concebir. Aproximadamente, entre el 35 y el 50% de las mujeres que la padecen, van a tener dificultades para quedarse embarazadas. Además, esta enfermedad genera una reducción de la reserva ovárica, de la calidad de los óvulos y también se altera la movilidad de las trompas», asegura Arjona

Tras la pista correcta

Las mujeres aquejadas de esta enfermedad sufren un auténtico calvario, hasta poner un nombre al mal que las aqueja. Como apunta el Dr. Arjona, los datos son descorazonadores: «Como se trata de un dolor inespecífico, el primer diagnóstico es erróneo en el 70% de los casos de endometriosis. Y se tarda una media de 7 años en diagnosticar una endometriosis».

¿La causa de esta demora? «Estriba en que, inicialmente, no pensamos que pueda existir esa enfermedad detrás de un cuadro clínico de dolor», argumenta este especialista.

De manera natural, el transcurso del tiempo es el único elemento que juega a favor de la paciente: «Para crecer, la endometriosis necesita de un fallo inmunitario y que la mujer tenga hormonas. De forma que cuando se acerca la menopausia, la endometriosis retrocede», subraya.

Pero, evidentemente, esa no es la solución: «Lo importante para poder atajar esta dolencia es un diagnóstico precoz», asegura.

«En etapas tempranas solemos prescribir anticonceptivos (un estrógeno y un gestágeno juntos), con los que se atrofia el endometrio y se consigue que una mujer sólo tenga cuatro veces al año la menstruación. También estamos usando gestágenos para que el propio sistema inmune encuentre las debilidades de la enfermedad», aclara.

«Y si ya la endometriosis está avanzada, recurrimos a tratamientos quirúrgicos. No obstante, esta es la última opción», adelanta el ginecólogo.

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Rocío Górriz/ Audiovisual: Miguel Valverde