REDACCIÓN-INSITU DIARIO
Septiembre comienza con fuerza en el sector de la hostelería cordobesa. Una de las aperturas más esperadas ya se ha producido. La familia de la Taberna El Poema acaba de dar la bienvenida a sus primeros clientes en Avenida del Gran Capitán, 29. Una réplica perfecta de la original, que seguirá abierta en Calle Alonso de Burgos, 2.


Al frente del negocio estará Carlos Pérez, dueño también de Taberna La Cuarta e hijo de Lola Jiménez, la creadora de la primera y que con su simpatía y buen hacer ha conquistad los corazones (y paladares) de quienes gustan de comer por el centro de la ciudad.


Tan sólo le han hecho falta horas para llenar su terraza de amantes de la buena tapa, la cerveza fresquita y de vinos selectos.
«Nuestra carta está elaborada con productos seleccionados de primer calidad, frescos y naturales y, en su mayoría, propios de nuestra tierra», anuncian desde cocina. Como ya es tradición, sus fieles podrán elegir entre 10 tapas frías y 25 calientes para disfrutar gratis con su consumición. Entre las primeras habrá salmorejo, gambas cocidas, queso curado, patatas alioli y ensaladilla, entre otras.
La oferta de calientes la conforman bocados como albóndigas en salsa, patatas bravas, montaditos, croquetas, champiñón relleno, mini hamburguesa o el mini perrito.
Al margen, Taberna El Poema ofrece una carta al estilo tradicional, que incluye entrantes, ensaladas (ahumada, Caprese, perdiz); revueltos (patatas con jamón o bacalao con gambas), tostas, guisos (manitas de cerdo, carrillada ibérica, rabo de toro con patatas, alcachofas a la Montillana…), fritos (croquetas, flamenquín, berenjenas califales en tempura, flamenquín, cochifrito), pescado (pulpo a la gallega, lomo de bacalao con pisto, boquerones fritos, calamares fritos), y carnes (churrasco de cerdo, presa ibérica del Valle de Los Pedroches, chuletillas de cordero).
Y para los que no entienden una buena comida sin postre, podrán elegir entre elaboraciones caseras como el tocinillo de cielo, la tarta tres chocolates, las natillas con pestiños o el biscuit de higos.